De camino a Zumpango con "The Doobie driver"

Perdidos en un camino de terracería en medio de un sembradío que podía estar igual en Hidalgo que en Michoacán o Jalisco, pensábamos que esa podría ser solo la primera complicación de una noche harto complicada. Todavía el día anterior no teníamos ingeniero para la presentación, no sabíamos si había que llevar batería o cual era el voltaje en el lugar, es mas, no sabíamos si alguien en la zona conocería a San Pascualito Rey. Eso, sumado a nuestra absoluta ignorancia geográfica, nos hacia dudar si habríamos tomado la decisión correcta. Pero como buenos aventureros dijimos: “pueeees a veeeer que pasaaaa”

Y ahi estábamos, con un retraso ya de tres horas, en un maizal olvidado del mundo, perdidísimos, (básicamente por que Kiko, “The Doobie driver” no quiso obedecer las indicaciones de mi ultra preciso y cartográficamente atinadísimo mapa) Pero al final llegamos a Zumpango de la Laguna. ¡¡¡¡Ahhhhhhh que bonito es el estado de México!!!

Buen bar ese de “Los Arcos”, Mucha asistencia y muy buen ambiente, y aunque tocamos un poco tarde la gente se espero hasta el final. La gente canto las canciones y nos hizo pasar un muy buen rato. Buen toquín. Ya era taaaaarde y ya habíamos tocado por un ratote, pero la gente seguía pidiendo “Ooootra, oootra, oootra” Fue un gran final para una gran noche.

A todos los que nos acompañaron muchas gracias, nunca les vamos a poder agradecer lo suficiente por apoyarnos, y pues ojala regresemos pronto a Zumpango, al cabo ahora ya sabemos como llegar.

Reciban un abrazo.